HUMANIZACIÓN DEL TRABAJO Y DEL SERVICIO: percibir al otro como un ser integral, con derechos, obligaciones y necesidades, digno de respeto o consideración. Supone una actitud de servicio hacia afuera y hacia adentro de la organización. Por esto, la persona servicial lo es en todas partes, con acciones que, aunque parezcan insignificantes, contribuyen a hacer más ligera y placentera la vida de los otros.
RESPONSABILIDAD: Es hacer de la mejor manera lo que nos corresponde a nivel personal, institucional y social, con efectividad, calidad y compromiso, sin perder de vista el beneficio colectivo; implica asumir las consecuencias sociales de nuestros actos y responder por las decisiones que se toman en los grupos de los que formamos parte.
INCLUSIÓN: Es lograr un cultura organizacional de integración y derechos que se refleje en la prestación de los servicios, las decisiones personales, laborales y cotidianas sin limitaciones ni barreras de acceso a toda la población sin distingo de etnia, genero, clase o grupo social, contribuyendo así a disminuir la segregación y por ende a mejorar la calidad de vida del área de influencia y de la propia organización, de los colaboradores y sus familias.
PROBIDAD: Ser probo es ser transparente, auténtico y actuar de buena fe. En este sentido, la probidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, y guarda estrecha relación con la honestidad, la veracidad y la franqueza.
SOLIDARIDAD: Supone una franca actitud de colaboración y sensibilidad hacia las necesidades del otro, para ello los esfuerzos institucionales deben ser fundamentados en el trabajo en equipo y la comprensión de que nuestro desarrollo como personas y como institución no es posible sin la presencia, el apoyo, el abrigo, el afecto y la ayuda de los demás.